Celler Noucentista de Vila-Seca

El Celler Noucentista de Vila-Seca es una pequeña catedral del vino para muchos locales: un edificio declarado Bien Cultural de Interés Local y construido entre los años 1919 y 1920 por el arquitecto Pere Domènech i Roura. El promotor de la construcción del Celler fue el Sindicato Agrícola de Vila-seca, y fue posible gracias a sus socios agricultores, que avalaron el proyecto con su patrimonio. El proyecto de recuperación y reforma redactado por el equipo Espinet/Ubach Arquitectes  pone especial énfasis en el valor del espacio arquitectónico de la nave principal que está ocupada por una gran sala polivalente, diseñada y equipada de manera que se pueda adaptar a las necesidades de cada espectáculo gracias a la grada retráctil y a las butacas móviles. La caja escénica, por su parte, tiene un gran ventanal al cercano pinar del Castell.

Para este gran proyecto de rehabilitación, Ascénder suministró una grada de doble plataforma con accionamiento eléctrico de abatimiento de butacas controlado remotamente mediante una tableta: la programación especial permite seleccionar qué orden de bancadas bajar o recoger en cada momento. Además, esta grada de 382 plazas cuenta con un completo sistema de bloqueos que permite desplegar totalmente la grada o abrirla uno dos tercios dependiendo de las necesidades del espacio: todas las filas son de 25 butacas con brazo compartido y pueden ser abatidas o recogidas automáticamente al mismo tiempo con el consiguiente ahorro de tiempo.

Delante de la grada se sitúan otras 135 butacas Space Lux pero de la versión Wheeled con pies autoestables y ruedas: todas se almacenan en una plataforma elevadora que al mismo tiempo hace las veces de ampliación de escenario, ampliación de sala o de espacio de orquesta en el foso.