Auditorio de Lugo

El Auditorio, de igual manera que las antiguas murallas romanas de la ciudad de Lugo, tiene una fuerte conexión con su emplazamiento actual y la topografía de la zona. El proyecto incluye una recuperación de las relaciones entre los espacios abiertos de la ladera y la ciudad. El edificio está organizado en dos niveles: uno inferior que mantiene la relación con la ciudad y con la avenida y otro superior con una conexión clara con los jardines en los que se encuentran las entradas al auditorio y la escuela de música. De forma paralela a la avenida la entrada al edificio crea la imagen del auditorio con respecto a la ciudad.

Un volumen largo e irregular alberga la zona que une las áreas públicas creando diferentes espacios de uso por medio de un vacío continuo. Los auditorios de 900 y 300 butacas están diseñadas también para poder representar obras teatrales y ambas se encuentran en la ladera orientadas hacia el jardín con luz natural. El edificio tiene una doble imagen, por un lado una fachada  de cristal fragmentado hacia el jardín y otra a modo de continuo telón de cristal con diferentes transparencias y alturas hacia la ciudad, a modo de galería.

Para este edificio imponente la propiedad optó por una butaca específicamente creada para esta obra: asiento y respaldo están realizados en madera de roble con forma curva para recoger las espumas del asiento de 45º y del respaldo fijo con 4 inclinaciones diferentes . Y todo ello armado sobre unos estilizados costados metálicos con 8 anchos diversos para acomodarse al radio del auditorio y a las salidas del aire acondicionado.